La artritis del pulgar es común con el envejecimiento y ocurre cuando el cartílago se desgasta de los extremos de los huesos que forman la articulación en la base del pulgar, también conocida como articulación carpometacarpiana.
La artritis del pulgar puede causar dolor intenso, hinchazón y disminución de la fuerza y el rango de movimiento, lo que dificulta la realización de tareas simples, como girar pomos de puertas y abrir frascos. El tratamiento generalmente implica una combinación de medicamentos y férulas. La artritis grave del pulgar puede requerir cirugía.
Síntomas de la artritis del pulgar.
El dolor es el primer y más común síntoma de la artritis del pulgar. El dolor puede ocurrir en la base del pulgar cuando agarra, agarra o pellizca un objeto, o cuando usa el pulgar para aplicar fuerza.
Otros signos y síntomas pueden incluir:
- Hinchazón, rigidez en la base del pulgar.
- Disminución de la fuerza al pellizcar o agarrar objetos.
- Disminución del rango de movimiento
- Aspecto agrandado u huesudo de la articulación en la base del pulgar.
Causas de la artritis del pulgar
La artritis del pulgar ocurre comúnmente con el envejecimiento. Un traumatismo o lesión previo en la articulación del pulgar también puede causar artritis del pulgar.
En una articulación normal del pulgar, el cartílago cubre los extremos de los huesos, actuando como un cojín y permitiendo que los huesos se deslicen suavemente entre sí. Con la artritis del pulgar, el cartílago que recubre los extremos de los huesos se deteriora y su superficie lisa se vuelve áspera. Luego, los huesos se frotan entre sí, lo que provoca fricción y daño a las articulaciones.
El daño a la articulación puede provocar el crecimiento de hueso nuevo a lo largo de los lados del hueso existente (espolones óseos), lo que puede producir bultos notables en la articulación del pulgar.
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar artritis del pulgar incluyen:
- ser mujer
- Edad superior a 40 años.
- Obesidad.
- Ciertas afecciones hereditarias, como laxitud de los ligamentos articulares y articulaciones malformadas.
- Lesiones en la articulación del pulgar, como fracturas y esguinces.
- Enfermedades que cambian la estructura y función normal del cartílago, como la artritis reumatoide. Aunque la osteoartritis es la causa más común de artritis del pulgar, la artritis reumatoide también puede afectar la articulación carpometacarpiana, generalmente en menor medida que otras articulaciones de la mano.
- Actividades y trabajos que ejercen mucha presión sobre la articulación del pulgar.
Diagnóstico de artritis del pulgar.
Durante un examen físico, el médico le preguntará acerca de sus síntomas y buscará hinchazón o bultos notables en sus articulaciones.
El médico podría sujetarle la articulación mientras mueve el pulgar, ejerciendo presión, contra el hueso de la muñeca. Si este movimiento produce un sonido chirriante o causa dolor o sensación arenosa, es probable que el cartílago se haya desgastado y los huesos se froten entre sí.
Las técnicas de imagen, generalmente rayos X, pueden revelar signos de artritis del pulgar, que incluyen:
- espolones óseos
- Cartílago desgastado
- Pérdida de espacio articular.
Tratamiento de la artritis del pulgar
En las primeras etapas de la artritis del pulgar, el tratamiento suele ser una combinación de terapias no quirúrgicas. Si la artritis del pulgar es grave, podría ser necesaria una cirugía.
Medicamento
Para aliviar el dolor, su médico podría recomendarle:
- Medicamentos tópicos, como capsaicina o diclofenaco, que se aplican en la piel sobre la articulación.
- Analgésicos de venta libre, como paracetamol, ibuprofeno o naproxeno sódico.
- Analgésicos recetados, como celecoxib o tramadol.
Entablillar
Una férula puede sostener su articulación y limitar el movimiento del pulgar y la muñeca. Es posible que use una férula sólo por la noche o durante el día y la noche.
Las férulas pueden ayudar:
- disminuir el dolor
- Fomente el posicionamiento adecuado de la articulación mientras completa las tareas.
- Deja descansar tu articulación
inyección de medicina
Si los analgésicos y una férula no son efectivos, el médico podría recomendar inyectar un corticosteroide de acción prolongada en la articulación del pulgar. Las inyecciones de corticosteroides pueden ofrecer un alivio temporal del dolor y reducir la inflamación.
Cirugía
Si no responde a otros métodos de tratamiento o si apenas puede doblar y girar el pulgar, su médico podría recomendarle una cirugía. Las opciones incluyen:
- Fusión articular (artrodesis). Los huesos de la articulación afectada están permanentemente fusionados. La articulación fusionada puede soportar peso sin dolor, pero no tiene flexibilidad.
- Osteotomía. Los huesos de la articulación afectada se reposicionan para ayudar a corregir las deformidades.
- Trapeciectomía. Se extrae uno de los huesos de la articulación del pulgar (trapecio).
- Reemplazo de articulaciones (artroplastia). Se extrae toda o parte de la articulación afectada y se reemplaza con un injerto de uno de los tendones.
Todos estos métodos quirúrgicos se pueden realizar de forma ambulatoria. Después de la cirugía, puede esperar usar un yeso o una férula sobre el pulgar y la muñeca por hasta seis semanas. Una vez que le retiren el yeso, es posible que reciba fisioterapia para ayudarle a recuperar la fuerza y el movimiento de la mano.
cuidado en casa
Para aliviar el dolor y mejorar la movilidad articular, intente:
- Modificar herramientas manuales. Considere la posibilidad de comprar equipos adaptables, como abridores de frascos, giradores de llaves y tiradores de cremalleras grandes, diseñados para personas con fuerza limitada en las manos. Reemplace las manijas de las puertas tradicionales, que debe agarrar con el pulgar, por palancas.
- Aplicar frío. Aplicar hielo en la articulación durante cinco a 15 minutos varias veces al día puede ayudar a aliviar la hinchazón y el dolor.
- Aplicar calor. Para algunas personas, el calor puede ser más eficaz que el frío para aliviar el dolor.