El aumento de peso involuntario es un aumento en el peso corporal sin un aumento en la ingesta de alimentos o una disminución en la actividad física. La dificultad para perder peso, por otro lado, es la dificultad para disminuir el peso corporal a pesar de los esfuerzos para hacerlo. Estas condiciones preocupan a muchas personas, porque las ven como una manifestación de una enfermedad. En este artículo, aprenderá sobre las causas del aumento de peso involuntario y la dificultad para perder peso y cómo tratar esta afección.

Causas del aumento de peso involuntario y dificultad para perder peso
Una de las siguientes enfermedades o condiciones puede causar aumento de peso no intencional y dificultad para perder peso.
1. Hipotiroidismo
El hipotiroidismo, o tiroides hipoactiva, es una afección en la que la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas. Estas hormonas juegan un papel crucial en la regulación de la tasa metabólica, la velocidad a la que el cuerpo quema calorías.
En el hipotiroidismo, los niveles más bajos de lo normal de hormonas tiroideas disminuyen la tasa metabólica, lo que provoca un aumento de peso y dificulta la pérdida de peso. Además, las hormonas tiroideas también desempeñan un papel en el metabolismo de los lípidos y la glucosa, la digestión y la función muscular. Por lo tanto, cuando los niveles de hormonas tiroideas son bajos, todas estas funciones pueden ralentizarse.
Para diagnosticar el hipotiroidismo, los médicos generalmente solicitan un análisis de sangre para medir los niveles de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) y los niveles de las hormonas tiroideas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3). Los niveles altos de TSH generalmente indican hipotiroidismo.
Para tratar el hipotiroidismo, los médicos suelen recomendar el uso diario de la hormona tiroidea sintética levotiroxina. Esta hormona tiroidea sintética restaurará los niveles hormonales adecuados y generalmente revertirá los síntomas del hipotiroidismo con el tiempo.
2. Resistencia a la insulina y diabetes tipo 2
La resistencia a la insulina es una condición en la cual las células del cuerpo se vuelven resistentes a la hormona insulina. La insulina permite que las células absorban la glucosa, la principal fuente de energía del cuerpo. Cuando las células son resistentes a la insulina, la glucosa no se absorbe de manera efectiva y permanece en el torrente sanguíneo, lo que provoca niveles elevados de azúcar en la sangre.
Como mecanismo compensatorio, el páncreas produce más insulina, lo que lleva a niveles elevados de insulina o hiperinsulinemia. Los niveles altos de insulina pueden estimular al cuerpo a almacenar grasa, especialmente en el área abdominal, lo que resulta en un aumento de peso.
La diabetes tipo 2 a menudo se desarrolla en personas con resistencia a la insulina si el páncreas no puede satisfacer la mayor demanda de insulina y no puede mantener los niveles de glucosa en sangre.
El diagnóstico de la resistencia a la insulina puede ser un desafío, ya que esta afección inicialmente no causa síntomas perceptibles. Los médicos a menudo diagnostican la resistencia a la insulina comprobando los factores de riesgo conocidos, como la obesidad, la inactividad física, la presión arterial alta y los niveles anormales de colesterol. Para la diabetes tipo 2, el diagnóstico generalmente incluye análisis de sangre para medir los niveles de glucosa en ayunas, los niveles de HbA1c y pruebas de tolerancia a la glucosa oral.
El tratamiento de la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2 incluye cambios en el estilo de vida, como adoptar una dieta más saludable, ejercicio regular, pérdida de peso y medicamentos (como la metformina) para reducir los niveles de glucosa en sangre.
3. Síndrome de ovario poliquístico
El síndrome de ovario poliquístico es un trastorno hormonal común entre las mujeres en edad reproductiva. Las mujeres con síndrome de ovario poliquístico por lo general tienen períodos menstruales prolongados o poco frecuentes y niveles de hormonas masculinas (andrógenos) más altos de lo normal. Los ovarios pueden desarrollar numerosas acumulaciones pequeñas de líquido (folículos) y no liberar óvulos con regularidad.
El síndrome de ovario poliquístico afecta la forma en que los cuerpos de las mujeres procesan la insulina, lo que genera resistencia a la insulina y provoca un aumento de peso. Esta condición también puede conducir a otros problemas de salud como diabetes tipo 2, colesterol alto y enfermedades del corazón.
El diagnóstico del síndrome de ovario poliquístico se realiza con una revisión del historial médico, un examen físico, análisis de sangre para medir los niveles hormonales y una ecografía para verificar la presencia de ovarios poliquísticos.
El tratamiento incluye cambios en el estilo de vida, pérdida de peso y medicamentos. Los medicamentos incluyen píldoras anticonceptivas hormonales para regular la menstruación y metformina para controlar la resistencia a la insulina.
4. Depresión
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que provoca sentimientos persistentes de tristeza y pérdida de interés. La depresión afecta la forma en que una persona se siente, piensa y se comporta y puede conducir a una variedad de problemas físicos y emocionales.
La depresión puede provocar un aumento de peso o dificultad para perder peso de varias maneras. En primer lugar, la depresión puede provocar una disminución de la actividad física y una mayor ingesta de alimentos reconfortantes ricos en calorías. En segundo lugar, algunos antidepresivos utilizados para tratar la depresión pueden provocar un aumento de peso.
El diagnóstico de depresión incluye un examen físico, pruebas de laboratorio y una evaluación psicológica.
El tratamiento para la depresión suele ser una combinación de medicamentos (como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina) y psicoterapia.
5. Síndrome de Cushing
El síndrome de Cushing es un trastorno hormonal causado por la exposición prolongada de los tejidos del cuerpo a altos niveles de la hormona cortisol. Las causas comunes del síndrome de Cushing incluyen el uso a largo plazo de medicamentos con corticosteroides y tumores que producen cortisol.
Los altos niveles de cortisol en el síndrome de Cushing pueden promover el aumento de peso, especialmente en la cara, la parte superior de la espalda entre los hombros y el abdomen, mientras que los brazos y las piernas permanecen delgados.
El diagnóstico del síndrome de Cushing se realiza mediante una revisión de la historia clínica, un examen físico y pruebas de laboratorio para medir los niveles de cortisol en la orina, la saliva y la sangre. A veces, las pruebas de diagnóstico por la imagen, como la tomografía computarizada o la resonancia magnética, se usan para identificar cualquier tumor.
El tratamiento depende de la causa, pero puede incluir la disminución de la dosis de corticosteroides, cirugía para extirpar tumores, radioterapia o medicamentos para controlar la producción de cortisol.
Si le preocupa el aumento de peso involuntario y la dificultad para perder peso, es importante que consulte a un médico para descartar cualquier afección médica subyacente. Una vez que se hayan identificado las causas subyacentes, puede trabajar con su médico o un dietista para desarrollar un plan de pérdida de peso que sea adecuado para usted.