Un dolor persistente en la parte inferior de la espalda y la pelvis es un problema común entre los adultos. Este artículo proporciona información completa sobre las posibles causas del dolor persistente en la parte inferior de la espalda y la pelvis, y cómo se diagnostica y trata esta afección.
Causas del dolor en la parte inferior de la espalda y la pelvis y el tratamiento
Una de las enfermedades o condiciones a continuación puede causar un dolor persistente en la parte inferior de la espalda y la pelvis.
1. Distensión lumbar
La distensión lumbar se produce cuando los músculos y ligamentos de la parte inferior de la espalda se estiran o se desgarran. La tensión lumbar puede ser el resultado de levantar objetos pesados, una mala postura o movimientos repetitivos.
Cuando los músculos y los ligamentos se sobrecargan, se inflaman y se hinchan, causando dolor e incomodidad en la parte baja de la espalda y la pelvis.
Diagnóstico: la distensión lumbar se puede diagnosticar mediante un examen físico, durante el cual el médico evaluará el rango de movimiento, la fuerza y el dolor del paciente.
Tratamiento: las opciones de tratamiento para la distensión lumbar incluyen reposo, aplicación de hielo, analgésicos de venta libre y relajantes musculares. También se puede recomendar la fisioterapia, incluidos los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, para ayudar en la recuperación y prevenir la recurrencia.
2. Enfermedad degenerativa del disco
La enfermedad degenerativa del disco es la ruptura progresiva de los discos intervertebrales en la columna vertebral, que a menudo ocurre con el envejecimiento.
A medida que los discos intervertebrales se degeneran, pierden su capacidad de absorber golpes, lo que provoca dolor e inflamación en la parte baja de la espalda y la pelvis. Además, la pérdida de altura del disco puede causar compresión nerviosa, lo que contribuye aún más a la incomodidad.
Diagnóstico: para diagnosticar la enfermedad degenerativa del disco se utiliza una combinación de antecedentes médicos, examen físico y estudios de imágenes, como radiografías, imágenes por resonancia magnética (IRM) o tomografías computarizadas (TC).
Tratamiento: El tratamiento para la enfermedad degenerativa del disco incluye el control del dolor a través de medicamentos, fisioterapia y modificaciones en el estilo de vida. En casos severos, son necesarias intervenciones quirúrgicas, como fusión espinal o reemplazo de disco artificial.
3. Disfunción de la articulación sacroilíaca
La disfunción de la articulación sacroilíaca ocurre cuando la articulación sacroilíaca, que conecta la columna vertebral con la pelvis, se inflama o se desalinea.
La inflamación o desalineación de la articulación sacroilíaca puede causar dolor en la parte baja de la espalda y la pelvis, además de irradiar dolor a las nalgas y los muslos.
Diagnóstico: la disfunción de la articulación sacroilíaca se diagnostica mediante un examen físico, que puede incluir pruebas de provocación que aplican presión a la articulación sacroilíaca para evaluar el dolor. Los estudios de imágenes, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, también se pueden usar para descartar otras causas.
Tratamiento: el tratamiento para la disfunción de la articulación sacroilíaca incluye medicamentos, fisioterapia y dispositivos de apoyo como un cinturón sacroilíaco. En casos severos, son necesarias inyecciones en la articulación sacroilíaca o fusión quirúrgica.
4. Endometriosis
La endometriosis es una afección en la que un tejido similar al revestimiento del útero crece fuera del útero, lo que provoca inflamación y dolor.
El crecimiento de tejido endometrial fuera del útero puede causar irritación e inflamación en los tejidos circundantes, incluida la parte inferior de la espalda y la pelvis, lo que provoca dolor.
Diagnóstico: la endometriosis generalmente se diagnostica a través de una combinación de antecedentes médicos, examen físico y estudios de imágenes, como ultrasonido o resonancia magnética. Se puede hacer un diagnóstico definitivo a través de la laparoscopia, un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo.
Tratamiento: las opciones de tratamiento para la endometriosis incluyen terapia hormonal, control del dolor y cirugía. La terapia hormonal tiene como objetivo suprimir el crecimiento del tejido endometrial, mientras que la intervención quirúrgica puede implicar la extirpación del tejido endometrial o, en casos graves, una histerectomía.
5. Enfermedad inflamatoria pélvica
La enfermedad inflamatoria pélvica es una infección de los órganos reproductores femeninos, a menudo causada por bacterias de transmisión sexual, como la clamidia o la gonorrea.
La infección puede causar inflamación e hinchazón de los órganos reproductivos, incluidos el útero, las trompas de Falopio y los ovarios. Esta inflamación puede provocar dolor en la parte inferior de la espalda y la pelvis.
Diagnóstico: la enfermedad inflamatoria pélvica se diagnostica mediante una combinación de antecedentes médicos, examen físico y pruebas de laboratorio, incluidos análisis de sangre y cultivos para identificar las bacterias específicas que causan la infección.
Tratamiento: el tratamiento para la enfermedad pélvica inflamatoria generalmente incluye antibióticos para atacar las bacterias específicas que causan la infección. En casos severos, es necesaria la hospitalización y antibióticos intravenosos. Si se desarrollan complicaciones, como abscesos o tejido cicatricial, es posible que se requiera una intervención quirúrgica.
6. Síndrome del piriforme
El síndrome piriforme es causado por la compresión o irritación del nervio ciático por el músculo piriforme, que se encuentra en la parte profunda de la región de los glúteos.
Cuando el músculo piriforme se tensa o se inflama, puede comprimir el nervio ciático y causar dolor en la parte inferior de la espalda, la pelvis, las nalgas y, a veces, en la parte posterior de la pierna.
Diagnóstico: el síndrome piriforme se diagnostica mediante un examen físico, durante el cual el médico evaluará el rango de movimiento, la fuerza y la sensibilidad del paciente. En algunos casos, los estudios de imágenes, como la resonancia magnética o la tomografía computarizada, se utilizan para descartar otras causas de dolor.
Tratamiento: las opciones de tratamiento para el síndrome piriforme incluyen fisioterapia, que se enfoca en ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para aliviar la tensión muscular y la inflamación. Los analgésicos de venta libre, los relajantes musculares y los medicamentos antiinflamatorios también se pueden usar para controlar los síntomas. En casos severos, son necesarias inyecciones de corticosteroides o intervención quirúrgica.
En conclusión, el dolor persistente en la parte inferior de la espalda y la pelvis puede deberse a varias causas, que incluyen tensión lumbar, enfermedad degenerativa del disco, disfunción de la articulación sacroilíaca, endometriosis, enfermedad pélvica inflamatoria y síndrome piriforme. El diagnóstico adecuado es esencial para determinar el plan de tratamiento adecuado. Consulte con un profesional de la salud si experimenta un dolor persistente en la parte inferior de la espalda y la pelvis, ya que la intervención temprana puede conducir a un mejor pronóstico.