Los adolescentes pueden ser verbalmente impulsivos por naturaleza. El cerebro adolescente en desarrollo está guiado menos por la lógica y más por las emociones. Sin embargo, eso no significa que deban tener un pase libre para responder y comportarse de manera irrespetuosa.
Escuchar a su hijo adolescente decir cosas como “Eso no es justo” o “No tengo que escucharte” puede ser exasperante. Por supuesto, muchos adolescentes usan un lenguaje mucho más colorido para expresar su descontento.
No importa qué tipo de cosas diga su hijo adolescente, la forma en que responde a la falta de respeto es importante, porque el tipo de disciplina que usa influye en la probabilidad de que el comportamiento continúe.
Las investigaciones muestran que es probable que los adolescentes groseros se conviertan en adultos groseros. Por lo tanto, es fundamental enseñarle a su hijo adolescente a lidiar con la ira sin responder, poner los ojos en blanco o cerrar puertas de golpe.
Aunque puede ser difícil mantener la calma frente a un comportamiento irrespetuoso, tendrá más posibilidades de preservar la relación con su hijo si tiene un plan y trabaja para mantener la comunicación abierta. Pruebe estas respuestas cuando su adolescente le responda.
Establezca reglas que enfaticen el respeto
Cree reglas que aclaren qué comportamientos son aceptables y qué comportamientos no serán tolerados. Si bien a algunos padres no les importa que se cierren algunas puertas, por ejemplo, otros tienen una política de tolerancia cero. Deje en claro que ciertos comportamientos, como insultos, amenazas y humillaciones, tendrán consecuencias negativas.
Es importante que los padres, tutores y cuidadores también modelen este comportamiento. Las investigaciones muestran que los gritos, los gritos y otras formas de disciplina verbal severa por parte de los padres pueden provocar problemas de conducta y síntomas depresivos en los niños, especialmente en los adolescentes de 13 a 14 años.
Mantener la calma
Gritarle a su hijo adolescente o discutir con él solo agravará la situación. Entonces, no importa lo que su hijo diga que es una falta de respeto, mantén la calma.
Respire hondo, aléjese o desarrolle un mantra para repetir una y otra vez en su cabeza. Haga lo que sea necesario para evitar que su temperamento se apodere de usted.
Ignore los intentos de llamar su atención
Responder a menudo surge del deseo de un adolescente de no hacer algo que no quiere hacer. Después de todo, cuanto más tiempo su adolescente pueda lograr que usted se involucre en una discusión, más tiempo podrá demorar en hacer lo que le ha pedido.
Si muerdes el anzuelo y entablas una discusión, es posible que pospongan seguir tus instrucciones. Entonces, a veces, ignorar un comportamiento, ya sea poner los ojos en blanco o murmurar entre dientes, puede ser el mejor curso de acción.
Cuando no hace contacto visual, no discute o presta atención al comportamiento, es probable que se detenga. Y puede volver a encarrilarse para asegurarse de que su hijo adolescente siga sus instrucciones.
No te rindas
Otra razón por la que los adolescentes responden es porque creen que pueden hacer que los padres cambien de opinión. Hagas lo que hagas, no cedas cuando tu hijo adolescente se comporte de forma irrespetuosa. Si lo hace, reforzará el comportamiento irrespetuoso y su hijo adolescente aprenderá que es un medio eficaz para conseguir lo que quiere.
No permita que su hijo adolescente le haga sentir culpable y le haga cambiar de opinión una vez que haya dicho que no. Incluso si su hijo adolescente dice que es el peor padre del mundo o trata de convencerlo de que está arruinando su vida, respete sus reglas.
Ofrezca una advertencia
Si su hijo adolescente se niega a seguir las instrucciones que le dio, o si continúa comportándose de manera irrespetuosa, ofrezca una advertencia. Dígales cuál será la consecuencia si no se detienen.
No repita la advertencia una y otra vez. En su lugar, dé una sola advertencia y cumpla con las consecuencias si no cambia su comportamiento.
Seguir adelante con una consecuencia
Si su hijo adolescente rompe una regla llamándolo por su nombre o no cambia su comportamiento cuando le ha dado una advertencia, siga adelante con una consecuencia. Elimine privilegios o asigne responsabilidades adicionales cuando sea necesario.
Resolver problemas juntos
Si replicar se ha convertido en un problema común en su casa, aproveche la oportunidad como una forma de enseñarle a su adolescente habilidades para resolver problemas. Espere hasta que todos se sientan tranquilos y trabajen juntos para abordar el problema.
Siéntese y discuta sus preocupaciones sobre la falta de respeto. Invite a su hijo adolescente a ofrecer ideas y estrategias sobre cómo abordar este comportamiento. Deja en claro que quieres que todos en la casa se comporten con respeto entre ellos.
Demuestre que también está dispuesto a hacer cambios. Por ejemplo, si su hijo adolescente dice que responde porque usted siempre le dice que limpie su habitación cuando está justo en el medio de ver su programa favorito, trabajen juntos para encontrar una solución.
Con un plan proactivo y consistente, el comportamiento irrespetuoso puede mejorar. Aprender a interactuar con los demás sin ser grosero es una habilidad importante para la vida que le servirá a su hijo adolescente en el futuro.
Sobre todo, la mejor manera de disminuir el comportamiento irrespetuoso en un adolescente es conectarse con ellos teniendo una relación significativa y de respeto mutuo. Si nota que los regaña con frecuencia o se acerca a ellos con la expectativa de un conflicto, el comportamiento irrespetuoso continuará. En cambio, concéntrese en disfrutar a su hijo adolescente y en preocuparse por las cosas que le importan. Hace una diferencia.